LIMPIEZA
Shaucha o Limpieza: Interior y Exterior
por Ramesh Bijlani
Los gozos del cielo podrían haber sido los de la tierra si la tierra fuera pura.
Sri Aurobindo (“Savitri”, Libro 2, Canto 3, p. 123, Edición SABCL)
Se ha dicho que la limpieza está prácticamente a la altura de la devoción. En el raja yoga de Patanjali, shaucha (limpieza) es uno de los niyamas (principios a seguir). Para comprender todo el significado de la limpieza, es importante tener en cuenta que, en primer lugar, la importancia de la limpieza va más allá de la salud y la enfermedad; y en segundo lugar, la limpieza no es sólo externa sino también interna. La limpieza exterior no es sólo la limpieza del cuerpo o de la vestimenta, sino también la del entorno.
La limpieza implica ausencia de pereza. Una persona perezosa toleraría la suciedad en lugar de limpiar. La limpieza generalmente también se asocia con el orden: todo tiene un lugar y todo está en el lugar correcto. El orden implica lucidez. El orden proviene de almacenar menos cosas, conservar sólo lo necesario y mantenerlo bien organizado. La limpieza no está relacionada con la riqueza. Una choza puede estar limpia y una casa palaciega sucia. Si una persona que no es limpia por naturaleza tiene empleados para cuidar la casa, la habitación donde se reciben las visitas puede estar razonablemente limpia pero el resto de la casa estará desordenada. Para saber qué tan limpia está una casa, el lugar indicado es el baño.
La limpieza interior se refiere a la limpieza de pensamientos y sentimientos. Eliminar las negatividades limpia la mente; es deseable sustituir las negatividades que han sido rechazadas por sus opuestos. Por ejemplo, el odio debería ser sustituido por el amor; la ira por el perdón; y la avaricia por el contentamiento. El principio subyacente a la limpieza interior es similar al de la limpieza exterior. Conservar sólo los pensamientos y sentimientos seleccionados y mantenerlos bien organizados. La selección de pensamientos y sentimientos se basa en su relevancia para el objetivo. El objetivo del yoga es elevar la conciencia. Sólo es necesario retener aquellos pensamientos y sentimientos que conduzcan a este objetivo. Para la selección de pensamientos, la meditación budista tiene un esquema lógico. Primero, simplemente observe los pensamientos. Luego clasifíquelos. A continuación, fíltrelos para que solo queden aquellos que sean deseables. Luego controle los pensamientos para que sólo entren en la mente los deseables y los relevantes para el objetivo. Después del control, finalmente viene el dominio de los pensamientos, de modo que la limpieza de los pensamientos se vuelve sin esfuerzo. Respecto a la limpieza de sentimientos, la Madre ha aconsejado que sólo hay una emoción que vale la pena retener, el amor. Y sólo hay un objeto para el cual el amor debe ser reservado, lo Divino. En el resto de nuestras relaciones, el amor debe ser reemplazado por una bondad y una buena voluntad constantes, inmutables, sin egoísmo y que no esperan nada a cambio. Si la bondad tiene ausencia de ego, será desapegada. Por lo tanto, la preocupación por nuestros semejantes debe estar libre de apego. A una mente limpia, despejada y amable le resulta más fácil entrar en contacto con lo más profundo del ser. Puede tomar las decisiones correctas. No encuentra ninguna discrepancia entre lo que se siente bien y lo que realmente es bueno. La ausencia de conflicto entre las diferentes partes del ser conduce a la alegría y a la tranquilidad. Por eso, Patanjali dice que la purificación conduce a la alegría (Yoga sutras de Patanjali, 2:41). Para comprobar el efecto de una mente limpia, sencilla y sincera sobre la alegría, basta mirar el rostro de un niño. Un niño sonríe mucho más que un adulto, y es muy fácil provocar en un niño un ataque de risa totalmente desinhibido. Una persona con pensamientos y sentimientos limpios vive una vida llena de amor y compasión. Su vida tiene un objetivo claro, que es consistente con un alto nivel de conciencia. Y avanza rápidamente hacia la realización de este objetivo.
En resumen, la limpieza (tanto interior como exterior) es importante para el yoga. La limpieza exterior es un buen índice de limpieza interior. El principio de la limpieza es retener menos, elegir conscientemente lo que retenemos y organizar cuidadosamente lo que retenemos.
Traducido por NB Traducciones.
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