La Síntesis del Yoga

La Síntesis del Yoga

Hace unos cien años, Sri Aurobindo elaboró una muy poderosa síntesis de las principales escuelas tradicionales de yoga. La síntesis era necesaria por dos factores, los cuales son fáciles de entender incluso hoy. Primero, las diferentes escuelas de yoga se habían especializado hasta tal punto, que la forma externa y las técnicas habían llegado a subordinar el verdadero espíritu del yoga. En segundo lugar, Sri Aurobindo divisó la progresiva salida del yoga desde los lugares de retiro, hasta ese momento, restringido a unos pocos elegidos, hacia el ámbito más amplio de la vida del individuo común y corriente. Casi como una materialización de esta previsión, en 2014 Naciones Unidas declaró el 21 de Junio como el Día Internacional del Yoga, exactamente 100 años después de que Sri Aurobindo lo manifestara.

 

En su característica visión católica incluso como crítico, Sri Aurobindo no culpó a nadie por la especialización que había resultado en la dilución y disminución del espíritu que subyace al yoga. Señaló que todas las “grandes formas de la actividad humana” comienzan como una “complejidad y totalidad armonizadas”. La totalidad naturalmente tiene muchas facetas. Los individuos difieren y, por lo tanto, algunos individuos pueden quedar fascinados por una faceta y otros por otra. Cada individuo contribuye al desarrollo de la faceta por la que se ha sentido atraído. Diferentes personas que se concentran en diferentes aspectos conducen a una variedad de escuelas o disciplinas especializadas. El precio que se paga por el alto nivel de especialización es que se olvida la gran idea original con la que se inició. Los detalles de la forma externa comienzan a subordinar el espíritu subyacente a la totalidad original. Esta es la etapa que exige una síntesis de las diversas disciplinas. La síntesis es más poderosa que la idea original con la que se inició el esfuerzo porque la síntesis puede beneficiarse de la era de la especialización. El beneficio de la especialización es que el grado de desarrollo alcanzado en un área específica hubiera sido imposible sin la concentración de la atención, el esfuerzo y la energía en esa área. La síntesis ahora puede hacer uso de este enorme desarrollo al intentar reconciliar las diferentes escuelas, y revivir la armonía y el espíritu original.

 

El ciclo de especialización y síntesis está ejemplificado por los avances en medicina. Hasta hace unos 50 años, un médico de familia a menudo atendía nuestros problemas de salud desde el nacimiento hasta la muerte. Luego vino la era de la especialización, que llegó a extremos tan ridículos que se comenzó a decir irónicamente: no estamos lejos del día en que tendremos un médico especializado en enfermedades del ojo derecho solamente, por lo que necesitaremos otro para enfermedades del ojo izquierdo. Afortunadamente, antes de que la especialización alcanzara niveles tan ridículos, se sintió la necesidad de una síntesis. La necesidad de la síntesis se refleja en nuevas disciplinas como la Medicina Comunitaria, la Medicina Familiar, la Medicina Mente-Cuerpo y la Medicina Holística. Estas nuevas síntesis son más poderosas que la práctica médica que precedió a la era de la especialización porque los avances de esa era también se han incorporado a las nuevas especialidades que han ido surgiendo.

 

Algo similar a lo que le ha sucedido a la medicina en el pasado reciente, ocurrió en el campo del yoga hace mucho tiempo. Los desarrollos en Hatha Yoga alcanzaron tales niveles que una persona podía pasar, durante años, todo su tiempo disponible, exclusivamente en prácticas físicas, y así desarrollar la capacidad del cuerpo hasta tal punto, donde pudiera realizar proezas bordeando lo milagroso. Desarrollos similares en Raja Yoga hicieron posible un aumento fenomenal en las capacidades mentales, como la posibilidad de saber lo que está pasando en la mente de otra persona, o saber lo que está sucediendo al otro lado del mundo. Los textos clásicos del Hatha Yoga y del Raja Yoga crean la impresión de que la disciplina está destinada solo a unos pocos elegidos que renuncian al mundo para poder prestar atención exclusiva a la perfección física o mental. Aunque estos textos no olvidaron los objetivos espirituales del yoga, en la práctica, el foco pasó a estar en las técnicas más que en el objetivo superior más amplio y más profundo del yoga, que va mucho más allá del mero desarrollo de espectaculares habilidades del cuerpo o la mente.

 

En la síntesis de yoga que elaboró Sri Aurobindo, tuvo en cuenta principalmente tres escuelas tradicionales: Hatha Yoga, Raja Yoga y el Triple Camino del Gita. Aclaró que una verdadera síntesis no es la práctica sucesiva de los diferentes caminos, ni una mera combinación de las diferentes escuelas de yoga colocándolas una al lado de la otra. La práctica sucesiva estaría más allá de la capacidad de un individuo; y la práctica simultánea a medias de diferentes escuelas, no sería una verdadera síntesis. Se ha intentado la práctica simultánea y mucho puede decirse a su favor, pero eso no es una síntesis. Por ejemplo, alguien que practique asanas y pranayamas durante una hora todos los días y, por lo tanto, afirme estar practicando Hatha Yoga; dedique media hora a la meditación y considere que es su práctica diaria de Raja Yoga;  dedique una hora al día al trabajo social voluntario y lo llame su Karma Yoga; pase una hora al día leyendo las escrituras o asistiendo a conferencias sobre espiritualidad (¡o viéndolas en YouTube!) y eso se convierta en su Jnana Yoga; y finalmente escuche música devocional durante media hora al día porque también quiere practicar Bhakti Yoga – todo eso seguirá siendo una práctica integrada; pero no equivaldría a una síntesis. Una verdadera síntesis es ‘integral’, no una ‘integración’. Una verdadera síntesis, según Sri Aurobindo, tiene en cuenta el rasgo central de todas las escuelas incorporadas en ella, y a eso se le añaden los rasgos particulares de esas escuelas en la medida que se consideren apropiados para nuestros propósitos y en la medida en que la forma exterior no elimine el espíritu unificador que subyace en todas las escuelas incluidas en la síntesis. Lo que obtenemos a través de tal síntesis es una sola entidad armoniosa, no una mera combinación.

 

El Yoga Integral de Sri Aurobindo, al que la Madre dio forma práctica en Sri Aurobindo Ashram, Pondicherry, es una verdadera síntesis. La obra integral de Sri Aurobindo, que puede considerarse la última palabra sobre la filosofía y la práctica del Yoga Integral, es La Síntesis del Yoga. El Yoga Integral no es solo una síntesis de algunas de las principales escuelas tradicionales de yoga, sino que va más allá de todas ellas. Si bien el enfoque de todas las escuelas tradicionales estaba en la liberación y salvación individual, siendo los beneficios colectivos sólo subproductos incidentales, la elevación colectiva de la raza humana con la intención de crear un mundo mejor es exclusiva del Yoga Integral. Por primera vez en la historia del yoga, Sri Aurobindo hizo de la elevación de la conciencia de la raza humana el objetivo final del yoga. El aumento en el nivel de la conciencia humana promedio cambiaría la naturaleza humana típica. El punto de inflexión vendría cuando la conciencia humana se transforme,  de ser impulsada por el ego a ser impulsada por el amor. Ese sería el fin de los problemas de la existencia humana, que tienen sus raíces en el ego y son responsables de desigualdades de todo tipo, que a su vez conducen a la injusticia, la crueldad, la miseria y el sufrimiento. El Yoga Integral de Sri Aurobindo y La Madre es para un mundo mejor, y ambos han dado la seguridad de que el mundo cambiará…qué tan pronto cambiará depende de todos nosotros.

Artículo publicado en el Volumen 3  Número 2 de 2022 en la Edición en español de The Call Beyond.

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