YOGA

Una Mirada Amplia del Yoga

por Dr. Ramesh Bijlani

Yoga es el fundamento de toda vida y conciencia en lo Divino…

Sri Aurobindo

La palabra yoga evoca algunas imágenes opuestas y aparentemente irreconciliables entre sí. La más común de ellas es la de algunas técnicas como asanas, pranayamas y meditación. La otra imagen es la de yoguis que han renunciado a la vida, que están en una búsqueda espiritual y pasan largos años en las montañas o en una cueva en busca de Dios. Actualmente, también está bastante de moda describir el yoga como una forma de vida. Cada una de estas imágenes tiene algo de verdad, y reconciliarlas no es tan difícil como parece. Veamos cómo podemos reconciliar técnicas, renuncia, Dios y una forma de vida.

Técnicas

La forma más sencilla de ver el yoga es como un proceso de autosuperación, un proceso que afecta tanto al cuerpo como a la mente. En otras palabras, el yoga hace que la persona esté en mejor forma físicamente, emocionalmente más estable e intelectualmente más ágil. Además, en el yoga, el proceso de mejora es llevado hasta sus conclusiones lógicas. La mejora no es una palabra tan simple como parece. Después de haber logrado algún avance, uno encuentra que hay margen para una mejora adicional. Dado que siempre hay espacio para progresar un poco más, el proceso de autosuperación puede convertirse en un viaje para toda la vida. Si el viaje es largo, una forma de hacerlo más fácil es avanzar más rápido utilizando la mejor tecnología disponible. Por ejemplo, para viajar una distancia corta, podemos caminar; para una distancia más larga, podemos usar un tren; y para ir al otro lado del mundo, preferimos usar un avión. Dado que la superación personal es un largo viaje, para mejorar el complejo cuerpo-mente el yoga utiliza la mejor tecnología disponible. Durante miles de años, el yoga ha desarrollado técnicas como asanas (posturas), pranayamas (disciplinas de respiración) y meditación, que funcionan mucho mejor que simplemente trotar, andar en bicicleta o nadar. Las técnicas son la parte más visible del yoga, pero estas técnicas no son suficientes para mantenerse física y mentalmente en forma. Ingerir los alimentos correctos en la cantidad justa, no introducir ninguna sustancia que pueda dañar el cuerpo y dormir lo suficiente, también son necesarios para mantenerse saludable, y son parte de lo que se llama «cultura física» en el yoga.

Renuncia

Cuando un viaje es largo, otra estrategia que empleamos es elegir una ruta que tenga la menor cantidad de semáforos, la mayor cantidad de pasos sobre nivel y la menor posibilidad de atascos. En el largo viaje llamado yoga, tal ruta pasa por la renuncia. La vida mundana conlleva demasiadas tentaciones, distracciones, obligaciones, responsabilidades y conflictos que retrasan el proceso de autosuperación. Una forma de salir de todos estos problemas es renunciar a la vida mundana. Si renunciamos a la vida mundana, todos los problemas asociados con el mundo desaparecen automáticamente: na hoga baans, na bajegi baansuri (si no hay un trozo de madera hueco, es imposible tocar la flauta). Pero el camino de la renuncia física total es un camino que se adapta solo a unos pocos elegidos. Para el resto de nosotros, lo máximo posible es el desapego (renuncia interior) que, de hecho, es absolutamente necesario en el camino del yoga. Sin embargo, ahora es fácil ver por qué los grandes yoguis eligen un lugar apartado, lejos de la agitación del mundo, para su exploración de los misterios de la existencia.

Dios

Incluso, un viaje largo debería tener al menos algún objetivo. El objetivo de la superación personal sería un punto más allá del cual no es posible ninguna mejora adicional; y el punto más allá del cual no es posible ninguna mejora adicional es la perfección. Así, el objetivo del yoga es la autoperfección. Sin embargo, el ser humano es, por definición, imperfecto; solo Dios es perfecto. Por lo tanto, el objetivo del yoga es lograr la identidad o unión con Dios. En términos de Vedanta, la filosofía subyacente al yoga, el ser humano es una manifestación de Dios. Por lo tanto, la unión es un autodescubrimiento. Volverse consciente de Dios internamente, y en toda la creación, es la meta del yoga. Yoga (yuj, unión) significa literalmente unión. La unión implica volverse uno con lo que realmente somos en el nivel más profundo. En resumen, Dios es la meta del yoga, lo que equivale a decir que la perfección es la meta del yoga. Sin embargo, moverse desde el punto en el que estamos ahora en dirección a la perfección también se llama yoga. Por lo tanto, el yoga es tanto el viaje como el destino; tanto el proceso como el resultado.

Dios entra en el yoga no solo como objetivo, sino también como una ayuda indispensable. En un viaje largo y difícil (y el yoga es un viaje que es a la vez largo y difícil), también buscamos la guía, la protección y la ayuda de alguien que tenga más conocimientos y sea más poderoso. En el yoga, Dios es el poder sin cuya Gracia no podemos progresar demasiado. Dios necesita instrumentos para actuar, y nuestro Gurú puede ser ese instrumento. Por lo tanto, Dios es nuestro faro de luz en el viaje llamado yoga, y Su fuerza puede actuar a través del Gurú.

Dios entra en el yoga en otro aspecto más, como Aquel a quien nos entregamos. En nuestro mundo errático e impredecible, la entrega a Dios es una receta para la paz que no puede ser mejorada. Prabhu-ichha, Inshallah, Jo rab di marzi, Hágase tu voluntad, todas estas expresiones significan lo mismo. La rendición no es un proceso pasivo; es una subordinación activa, voluntaria y feliz de nuestra voluntad a la voluntad de Dios porque sabemos que Él sabe más y mejor.

Él sabe más y mejor que nosotros mismos incluso, lo que es bueno para  cada uno de nosotros. En yoga, ponemos nuestro granito de arena para la superación personal; el resto lo dejamos a la Gracia de Dios; y en lo que respecta al ritmo de nuestro progreso, nos rendimos a Dios.

Considerando los múltiples aspectos en los que Dios entra en el yoga, es posible practicar yoga incluso sin creer en Dios. Un ateo puede considerar el yoga como un proceso interminable de superación personal que lo llevará hacia la perfección. Sin embargo, puede impacientarse o angustiarse, porque no tendrá disponible la certeza que da creer en la Gracia de Dios; él está solo en el largo viaje. También será vulnerable a los trastornos emocionales porque en lugar de entregarse a Dios, buscará una explicación mental para cada evento inexplicable de la vida y para cada revés en su camino hacia la autoperfección.

Estilo de vida

Mejorar el complejo cuerpo-mente afecta sólo a los instrumentos superficiales. Un instrumento es como un cuchillo. Es bueno tener un cuchillo afilado, pero con el mismo cuchillo afilado uno puede cortar frutas y verduras o apuñalar a alguien. Del mismo modo, estar en buena forma física, emocionalmente estable e intelectualmente ágil le permitirá a una persona realizar mejor su trabajo, sea un maestro, un médico, un ingeniero, un gerente o un científico. Sin embargo, con los mismos atributos una persona podrá ser un ladrón o un terrorista «exitoso». El yoga no puede ser una disciplina espiritual si ayuda a un maestro tanto como ayuda a un terrorista. El yoga es una disciplina espiritual porque no solo mejora el complejo cuerpo-mente, sino porque también nos dice cómo usar estos instrumentos.

La guía disponible en el yoga se basa en una filosofía espiritual. Por lo tanto, esta guía no permitirá que una persona se convierta en terrorista.

Puede que sólo dediquemos una hora al día a las técnicas que mejoran nuestros instrumentos, pero tendremos las veintitrés horas restantes para usarlos. Solo si llevamos el yoga a todo lo que hacemos durante estas veintitrés horas, el yoga se convierte en una forma de vida. ¿Qué significa traer el yoga a la vida? Significa hacer nuestro trabajo como un instrumento de Dios y ofrecer el trabajo a Dios. ¡Eso no significa que un ladrón pueda robar, pensando que es un instrumento de Dios! Podemos ser un instrumento de Dios solo para el trabajo que Dios espera de nosotros. Las pistas de lo que Dios espera de nosotros vienen de los talentos y dones únicos que nos ha dado, de las circunstancias en las que estamos colocados, y en el marco de estas, Dios espera de nosotros un trabajo que eleve nuestra consciencia. Lo que exige el yoga es también que tomemos las decisiones que se nos presenten en el transcurso del día después de consultar a Dios. Por ejemplo, supongamos que pasamos junto a una persona herida en un accidente de tráfico. Si vamos profundo en nuestro interior, consultamos al Dios dentro nuestro antes de decidir si marcharnos o llevamos a la persona al hospital, solo habrá una opción posible. La voz interior de nuestro Yo más profundo nos dirá claramente que lo único correcto es llevar a la persona al hospital. Tomar decisiones guiadas por el Ser más profundo (llamado ser psíquico por Sri Aurobindo y la Madre) es parte del yoga. Cuando Sri Aurobindo dijo: “Toda la vida es yoga”, quiso decir que toda la vida nos da la oportunidad de practicar yoga. Podemos aprovechar las oportunidades que tenemos todos los días tomando las decisiones correctas, decisiones que emanan de nuestro Ser más profundo, decisiones que nos acercan a Dios. Nuestro Ser más profundo es Dios. ¡Cómo podemos esperar unirnos con Dios si no lo escuchamos, aunque Él siempre está disponible para nuestra consulta sin cita previa!. Como oportunidad para dar un paso hacia el yoga (unión con Dios), ninguna oportunidad es demasiado pequeña. Como dijo la Madre (de Sri Aurobindo Ashram): “Nunca tomes a la ligera todas las circunstancias de cada día, todas las pequeñas cosas de la vida, todos los pequeños eventos… No reacciones así con lo que es más común en ti. Entra dentro de ti, trata de encontrar lo mejor en ti y con esto debes reaccionar.” Lo mejor en nosotros es Dios, y es al dejar que Su voz prevalezca que podemos tomar decisiones consistentes con la forma de vida yóguica. Por lo tanto, el yoga es una actividad de tiempo completo. Es un viaje que puede involucrarnos 24×7 durante toda la vida. Puede que aún no alcancemos la meta, pero disfrutaremos el viaje porque mucho antes de llegar a la meta, seremos mucho más saludables y felices. Puede que no lleguemos a la cima, pero tendremos una vista mucho mejor de lo que hay debajo. El yoga saca lo mejor de nosotros. Por lo tanto, una forma de ver el yoga es como un proceso mediante el cual avanzamos hacia la plena realización de nuestro potencial. Cada piedra es una potencial estatua. El yoga es el cincel con el que podemos moldearnos poco a poco para manifestar la divinidad que escondemos.

Conclusión

Ahora es fácil comprender la definición de yoga de Sri Aurobindo: “…un esfuerzo metódico hacia la autoperfección a través de la expresión de las potencialidades latentes en el ser y la unión del individuo con la Existencia universal y trascendente que vemos parcialmente expresada en el ser humano y en el Cosmos”.  El yoga implica un esfuerzo metódico, no un esfuerzo fortuito. El esfuerzo se vuelve fructífero solo si está guiado por un método, disciplina y una visión clara del objetivo. Por ejemplo, el vapor que se escapa de una olla de arroz hirviendo no sirve para nada, pero si el mismo vapor se somete al método y la disciplina de una olla a presión, puede cocinar el arroz mucho más rápido. En el yoga, la filosofía espiritual subyacente y las técnicas bien establecidas guían el esfuerzo. El esfuerzo lleva al buscador hacia la autoperfección. Por lo tanto, el énfasis está en la dirección, no en el destino. El movimiento hacia la perfección consta de varios pasos de superación personal. La mejora consiste en potenciar las fortalezas como el amor y la compasión, y eliminar las debilidades como el odio y la codicia. A través de tal superación personal progresiva, se expresa cada vez más el potencial oculto del individuo. Acercarse al potencial tiende a unir al individuo con Dios, que es la Existencia universal (porque está en todas partes) y trascendente (porque también está presente más allá del universo manifiesto). La Existencia universal y trascendente se expresa parcialmente en el ser humano, y también en el resto de la creación (el Cosmos). A través del proceso del yoga, una mayor parte de la Existencia (Dios) se expresa en el ser humano y, en consecuencia, queda menos oculto. La expresión completa de la divinidad inherente al individuo es el objetivo del yoga y también de la vida. En ese sentido nuevamente, “Toda vida es yoga”, pero toda vida verdaderamente se convierte en yoga si la meta se persigue conscientemente. Ir a la deriva hacia la meta es posible, pero en ese caso el viaje se vuelve aún más largo y el camino sinuoso. La práctica consciente del yoga hace que el viaje sea más rápido y el camino menos tortuoso.

(Ensayos relacionados: Asanas, Yoga integral, Vida, Meditación, Pranayama, Ser psíquico, Crecimiento espiritual, Espiritualidad, Transformación)