Conciencia, Ordinaria y Extraordinaria

¿Por qué Espiritualizar la Educación?

ABRIL 2024

VOLUMEN 5 No.4

EDITORIAL

La sensación de separación se extiende por todas partes, pero es una ilusión; es uno de esos falsos estados de los que debemos curarnos si queremos entrar en la verdadera conciencia.

La Madre («Conversaciones 1929-1931», pág. 59)

«Conciencia» es una palabra confusa porque tiene dos significados válidos e interrelacionados, pero bastante distintos. En el lenguaje corriente, y en neurofisiología, «conciencia» significa darse cuenta. Cuando es usada con este sentido, «conciencia» se escribe con una “c” minúscula, a menos que sea la primera palabra de una oración. En la literatura espiritual, «Conciencia» (escrito con “C” mayúscula) se refiere a una percepción de la realidad que es mucho más amplia, profunda y elevada que la conciencia humana ordinaria. Aunque existe un parecido superficial entre ambos significados y, por tanto, también una justificación, la diferencia es enorme.

Si nos remontamos a los tiempos en los que el universo material no existía, la única “cosa” que existía era Dios. Dios era una entidad no material, pero estaba en todas partes (omnipresente), era todopoderoso (omnipotente) y todo-conocimiento (omnisciente). Según la filosofía espiritual llamada Vedanta, cuando Dios decidió manifestarse en una forma material, el resultado fue la creación del universo material. Dado que la creación material es simplemente otra forma del Dios supremamente consciente, la Conciencia Suprema del Creador está oculta en toda la creación. Sin embargo, las diferentes formas de la creación expresan la Conciencia Suprema en diversos grados. La materia no viva expresa tan poco de ella que parece inconsciente. Las formas primitivas de vida la expresan un poco más. Los animales con mente la expresan un poco más aún. Los seres humanos, por mucho, la expresan más que cualquier otro animal. Pero incluso la conciencia humana es sólo una fracción muy pequeña de la Conciencia Suprema. Sin embargo, la conciencia humana es única por su capacidad de experimentar un crecimiento notable a lo largo de la vida. Así, un ser humano no tiene por qué morir con el mismo nivel de conciencia con el que nace. El yoga y otras disciplinas similares aceleran el crecimiento de la conciencia. Algunos individuos crecen tanto en conciencia en una vida que su conciencia se acerca a la Conciencia Suprema misma. Tal persona vive con una especie de doble visión. Como todo el mundo, es consciente de lo que puede ver u oír. Además, es consciente del Espíritu invisible de lo Divino dentro de todo lo animado e inanimado. Su conciencia incluye también la mano invisible de lo Divino detrás de todos los acontecimientos. Todas sus acciones externas son también moldeadas por esta conciencia más elevada, más amplia y más profunda, o como dice Sri Aurobindo, «se adquiere la naturaleza de lo Divino». Ama a todos porque se siente uno con ellos. La conciencia de esta persona puede escribirse con “C” mayúscula. Aparentemente es sólo un cambio de “c” a “C” y, sin embargo, ¡qué gran diferencia es!

Publicado como blog en Speaking Tree el 11 de mayo de 2012

 

…………………………………………………………………………………………………………………………..

 Cada actitud que tenemos es una fuente positiva o negativa de poder de la que somos responsables. 

Caroline Myss («Anatomía del Espíritu», pág. 4) 

El deseo de un contexto y una interpretación de la vida espiritual es universal. 

Caroline Myss («Anatomía del Espíritu», pág. 8) 

El mundo médico convencional está a punto de reconocer el vínculo entre la disfunción energética o espiritual y la enfermedad. 

Caroline Myss («Anatomía del Espíritu’», pág. 11)

 

Versión Libre de NB Traducciones